FAMILIA


En esta página os voy a dejar información , artículos y noticias sobre la educación y el ámbito familiar. Los considero interesantes y en ocasiones nos puede ayudar en nuestro trabajo conjunto con los pequeñ@s.


¿Qué pasa con el cerebro de un niño cuando juega? Te compartimos esta interesante infografía de cómo funcionan los pequeños a la hora del juego.
Posted by tipkids on Martes, 17 de marzo de 2015







4 razones por las que la educación de Finlandia es tan buena

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El sistema educativo Finlandés es la envidia del mundo. Durante los últimos años sus estudiantes han sobresalido en la reconocida evaluación Pisa (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes) que evalúa a través de tests estandarizados a niños de 15 años en 65 países. Con tan altos puntajes uno pensaría que los estudiantes finlandeses son los que más horas de clases y tareas tienen. Pero en realidad, utilizan un método que muchos considerarían como poco efectivo: sus alumnos empiezan la escuela recién a los 7 años, son los que menos horas de clases tienen y menos deberes dejan a sus alumnos.
Recientemente el diario La vanguardia realizó una entrevista al decano de la facultad de educación de Finlandia, Jari Lavonen (Lee la entrevista completa aquí) y de ella extrajimos 4 razones por las que la educación en Finlandia es tan buena:
1. Las cualidades de un buen maestro: Debe tener mucha motivación, deben saber escuchar, trabajar duro y estudiar mucho, porque la carrera de maestro es difícil. Un maestro debe tener un comportamiento ético porque es un ejemplo social.
2. Creen en la equidad: una cultura de educación, escoger a los mejores maestros, un sistema que confía en ellos, que los valora, que les da autonomía (dato curioso: en Finlandia no existe la inspección educativa). Creen en la equidad. No existen escuelas privadas, todas las escuelas son públicas, los libros durante la primaria son gratis y el gobierno invierte en buenas bibliotecas. Se preocupa por los alumnos con necesidades especiales y hay pocos alumnos por aula.
3. La educación empieza a los siete años: Consideran que los niños menores de 7 años deben disfrutar de su tiempo, deben jugar y no ingresar tan temprano a un sistema reglado y pesado como la escuela. Y para ayudar a los padres que trabajan, el gobierno ofrece guarderías municipales, pero con un enfoque lúdico y también hay madres que se encargan de varios niños y el gobierno de cada municipio les paga por ello.
4. Tienen una visión holística de la educación: El gobierno entiende que una buena educación no solo se correlaciona con el progreso económico sino también con una vida más plena, más recursos vitales y mejor cuidado de la salud.



  Educa a tus hijos en el valor de la cooperación 

La educación de los hijos implica la enseñanza de ciertos valores que toda persona debe conocer.
La cooperación es uno de estos valores, y de los más importantes, especialmente durante la infancia. Con él aprenderán multitud de conductas positivas.

Educa a tus hijos en el valor de la cooperación

Sabemos que la cooperación es vital en todos nuestros ámbitos de vida: el trabajo, la pareja.
La cooperación es un valor que debemos aprender y tener instaurado en nosotros, por lo que es esencial que los niños lo aprendan cuanto antes.

Explícales la importancia de cooperar

Tus hijos deben saber que la cooperación es un valor necesario en sus vidas, ya que, desde pequeñitos, van a trabajar en equipo y a ayudarse unos a otros para conseguir ciertas cosas.
La generosidad y la colaboración son valores que deben desarrollarse en los primeros años de vida de los niños.
Gracias a ellos los niños se sentirán mejor, obtendrán ganancias, tendrán más amigos, conseguirán el respeto y la admiración de los mayores, etc.

¿Qué hacer para que los niños cooperen?

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En casa es donde mejor podréis trabajar con ellos. Motivadles a que ayuden con las tareas de casa, ya sea poner y recoger la mesa, ya sea ayudar a limpiar algo, según la edad de cada uno.
También deben ser responsables y cooperar con sus propias tareas, como hacer la cama o tener recogida su habitación.
Reforzadles efusivamente cuando realicen sus responsabilidades y mantendrán dichas conductas.
Si ya son mayores, pueden ser partícipes en ciertas decisiones que se tomen en casa.
Pueden participar en actividades como decidir qué hacer el fin de semana, cocinar algo nuevo y divertido, preparar una fiesta con los amigos o ayudar con algún cambio de la casa, por ejemplo.
Para cooperar, tienen que sentirse parte del proceso.
Estas conductas se extrapolan al resto de sus ámbitos. Por ejemplo, en el colegio serán capaces de ayudar a los demás, colaborar con las tareas de la clase, hacer los deberes y ejercicios que se les pidan, trabajar en equipo o cooperar por el buen ambiente del aula.
Además, aprenderán a prestar atención y a observar las necesidades de los demás para poder ayudarles cuando lo necesiten.
Cooperar implica trabajar en conjunto por una mejoría, por sacar algo adelante. Si aprenden a cooperar serán capaces de ayudar a alguien.

Para educar en cooperación, coopera

Como todas las enseñanzas que se imparten, es mejor si empiezas por predicar con el ejemplo.
Es decir, si quieres que tus hijos aprendan a cooperar, a ayudar y a colaborar, debes ser tú el primero en cooperar, ayudar y colaborar.
Si te ven a ti ayudando a alguien, colaborando con las tareas de casa, enseñándoles alguna conducta positiva o un hábito saludable, aprenderán de ello, ya que observarán en ti lo que es correcto; por algo eres su modelo de conducta.
En definitiva, a cooperar se aprende cooperando. Tus hijos tienen que realizar conductas de ayuda y colaboración para darse cuenta de lo importantes que son y del tremendo valor que suponen.
Sólo así serán capaces de apreciar el gran beneficio que están realizando, tanto a los demás como a ellos mismos.


Dos clases de maestros?
maestra
Muchas personas tienden a dividir a los maestros en dos grupos:
1.-Los serios, incluso bordes, aburridos, que se pasan el día gritando, o regañando, o castigando, que tienen a los alumnos agobiados de fichas, deberes o exámenes, pero que claro, enseñan mucho.
2.-Los amables, guays, divertidos, sonrientes, que juegan con los niños, les dan abrazos y los quieren, que les posibilitan el aprendizaje de una forma más lúdica, que no tienen en un altar los deberes ni la repetición mecánica de fichas aburridas, pero que claro, no enseñan tanto…
Supongo, pues, que si mi médico es agradable y me trata bien, es que no es muy buen médico… Y si el mecánico es educado y me sonríe, no sabría si dejarle el coche… Y por supuesto, jamás confiaría en un entrenador que no machacara a sus deportistas con gritos y amenazas… Por otra parte, habría que matizar qué es enseñar, claro. Porque por lo visto… Razonar continuamente con los alumnos y enseñar a resolver los conflictos sin utilizar la violencia = no enseñar nada. Transmitir el amor por la lectura y por la escritura = no enseñar nada. Enseñar a ponerle nombre a nuestros sentimientos y a expresarlos = no enseñar nada. Contar la historia del Cid Campeador = no enseñar nada. Poner a su alcance lupas, placas de Petri, prismáticos, botes de recogidas de muestras = no enseñar nada. Comprender lo que leemos = no enseñar nada. Tener en clase instrumentos musicales para que los puedan tocar libremente = no enseñar nada. Tener la biblioteca de aula más surtida de todo el colegio = no enseñar nada. Enseñar a respetarnos unos a otros = no enseñar nada. Hacer magia con las letras para convertir “lunes” en “luna” o “martes” en “Marta” = no enseñar nada. Dar la posibilidad de crear composiciones fantásticas con miles de materiales = no enseñar nada. Crear expectación con las leyendas misteriosas de Bécquer = no enseñar nada. Reflexionar sobre las normas que queremos tener en la clase y por qué = no enseñar nada. Pero enseñar pa, pe, pi, po, pu, y repetirlo muchas veces = enseñar muchísimo. Por eso tenemos tan poco fracaso escolar. Porque enseñamos muchas sílabas en infantil…
¡Qué bien lavado tenemos el cerebro!

Carolina Ledesma, Maestra de Educación Infantil
http://www.pedagogiablanca.com/2014/09/09/


 EDUCACIÓN Y FAMILIA

El otro día buscando información encontré este articulo que llamó mi atención y me gustaría compartir con vosotr@s. A su vez  tenerlo en mi blog para releerlo de vez en cuando, ya me comentareis que os parece, creo que es bueno para padres y maestr@s.



¿QUÉ DEBE SABER UN NIÑO DE 4 Ó 5 AÑOS?

Hace poco, en un foro sobre la educación de los hijos, leí una entrada de una madre preocupada porque sus hijos, de cuatro años y año y medio, no sabían lo suficiente. "¿Qué debe saber un niño de cuatro años?", preguntaba. Las respuestas que leí me llamaron mucho la atención... Una madre indicaba una lista de todas las cosas que sabía su hijo. Contar hasta 100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras presumían de que sus hijos sabían muchas más cosas, incluso los de tres años. Algunas incluían enlaces a páginas con listas de lo que debe saber un niño a cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y que no hay que preocuparse. Pensé que probablemente la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fuera añadirle más preocupación.... Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. Pero atención!!! La infancia no debe ser una carrera que arroja por resultado niños ganadores y niños perdedores.... 
 Alicia Bayer, una mujer norteamericana que se interesa por los temas de infancia y educación, hace una lista de aquellas cosas importantes que debe saber un niño/a de 4/5 años... me pareció hermosa y la comparto:

 1.Debe saber que lo quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.
 2.Debe saber que está a salvo y además cómo mantenerse a salvo en lugares públicos, con otra gente y en distintas situaciones. Debe saber que tiene que fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca tiene que hacer algo que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus derechos y que su familia siempre lo va a apoyar. 
 3.Debe saber reír y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por pintar el cielo de color naranja o dibujar gatos con seis patas. 
 4.Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se le va a dejar dedicarse a ello. Si no le apetece nada aprender los números, sus padres tienen que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y dejar que en cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar o a jugar en el barro. 
 5.Debe saber que el mundo es mágico y él también. Debe saber que es fantástico, listo, creativo, compasivo y maravilloso. Debe saber que pasar el día al aire libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y casitas de cuentos de hadas es tan importante como aprender los números. 

Mejor dicho, mucho más. Pero más importante es lo que deben saber los padres: 
 1.Que cada niño aprende a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga cálculos después.
 2.Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro no son los manuales, ni las guarderías elegantes, ni los juguetes caros, sino que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o ambos) a compartir momentos de juego, lectura, dibujos y risas con sus hijos.
 3.Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Estamos tan obsesionados por tratar de dar a nuestros hijos todas las "ventajas" que lo que les estamos dando son unas vidas tan pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada. 
 4.Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y, lo más importante, libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y no los echarían de menos, pero algunos son importantes: juguetes creativos como los LEGO y los de encastre, una buena cantidad de témperas y plastilinas, los instrumentos musicales, los disfraces, y libros y más libros. Necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas, amasar pan y ponerlo todo perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que puedan arrancar la hierba y hacer un cajón de barro. 
 5.Que nuestros hijos necesitan tenernos más. Hemos aprendido tan bien eso de que necesitamos cuidar de nosotros mismos que algunos lo usamos como excusa para que otros cuiden de nuestros hijos. Claro que todos necesitamos tiempo para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza y, de vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos. Pero vivimos en una época en la que las revistas para padres recomiendan que tratemos de dedicar 10 minutos diarios a cada hijo y prever un sábado al mes dedicado a la familia. ¡Qué horror! Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades extraescolares, las clases de ballet, fultbol e ingles mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin importarnos que el pequeñajo vaya a 150 metros por hora. Tienen derecho a ayudarnos a hacer la cena aunque tardemos el doble y trabajemos el doble. Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta verdaderamente estar con ellos. 

Mucho para reflexionar... como padres, educadores, o desde el lugar que nos toque en contacto con uno de los tesoros más preciosos: LA INFANCIA.

7 comentarios:

  1. Me encanta el artículo, tiene mucha razón.

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  2. 100% de acuerdo!Una vez lei que el mejor juguete que podemos ofrecerle a un niño es su imaginación.Y yo pienso que si esa imaginación la comparte con sus padres tendremos hijos felices.Gracias por compartirlo.

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  3. Hola Marta.
    me encantan estos artículos que has colgado. Te animo a que sigas compartiendo información con nosotros. Tenemos mucho que aprender, y aunque a veces nos parezca que fallemos o no lo demos todo con nuestros hijos, creo que mirándoles y escuchando lo que dicen llegamos a la conclusión de que no lo hacemos del todo mal.
    Personalmente, no me canso de estudiar y saber cosas sobre los más pequeños. No sé si me servirá de algo alguna vez, pero me hace feliz. ESTAS HACIENDO UN GRAN TRABAJO, MARTA. ENHORABUENA, GUAPA.
    Marta Fernández .

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  4. Marta muchas gracias por tus palabras...no sabes lo reconfortante que son. Decirte que yo soy maestra de vocación ,con lo cual me gusta educar y seguir" investigando" para hacerlo lo mejor posible .


    Gracias

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  5. Genial Marta, me encanta esta sección de tu blog!... bueno, todo en general! :)

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  6. Marta Fernández Puente3 de junio de 2015, 15:10

    Marta antes de q se acabe el curso, quiero agradecerte todo lo q le has enseñado a Irene, gracias por tu paciencia con ella, gracias por haberte cruzado en nuestras vidas y por formar parte de ellas. Se q Irene nunca te olvidará, ya q todo lo sabes. Gracias por todo. Y nunca te olvides de esta pequeña niña tan tímida y a la vez brugina q es Irene, ella te admira un montón.

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